Volver al índice del Suplemento Chile Plan Obrero de emergencia

¡BASTA!

¡Hay que poner de pie al proletariado y las masas de Chile!

 

Para coordinar y centralizar un Plan obrero de Emergencia de salida a la catástrofe y
defendernos del ataque del ejército, la burguesía y las clases medias ricas que se han armado:

¡La dirección de la CUT tiene que romper con la burguesía y llamar ya a un Congreso Nacional de delegados con mandato de base de todo el movimiento obrero, de las organizaciones campesinas, y las federaciones y centros de estudiantes, para votar un Plan de lucha Nacional YA!

 

¡Por comités de autodefensa de las organizaciones obreras!
¡Por Comités de soldados rasos que se nieguen a reprimir a la clase obrera y el pueblo pobre!

Para dar una solución real y definitiva a las demandas de las masas:
¡Por un gobierno obrero y campesino!

 

Al igual que en el reciente terremoto de Haití, el terremoto que la madrugada del 27 febrero azotó a Chile, dejó al desnudo que hay dos países: el del régimen asesino de los saqueadores de la nación que poseen lujosas construcciones antisísmicas, el imperialismo, sus bancos y transnacionales, sus socios menores de la patronal nacional y la casta de oficiales genocidas de las FF.AA. que resguardan su propiedad y domino; y el Chile de la clase obrera y las masas explotadas que han sido quienes han puesto los miles de muertos y que día a día lidian con una insoportable situación de superexplotación, salarios de hambre y represión pinochetista. ¡Abajo el Chile saqueado por los imperialistas y sus socios menores de la burguesía chilena y las FF.AA. genocidas!
El feroz terremoto de 8,8 grados escala Richter fue el sexto más fuerte en la historia desde que los movimientos telúricos son medidos científicamente. El epicentro se ubicó en Cauquenes, VIII Región, en tanto que el movimiento telúrico se sintió en las regiones de Antofagasta, Atacama, Coquimbo, Valparaíso, Metropolitana, O'Higgins, Del Maule, Bio Bío, Araucanía, De los Ríos y De los Lagos.
Horas más tarde toda la costa de la VIII y VII Región fue afectada por un maremoto que arrasó con las casas y calles cercanas a los puertos y bahías. Lo mismo sucedió en la Isla Juan Fernández.
Cuando ya han pasado más de 1 semana de ocurrida la catástrofe, aún no dejan de sucederse sistemáticas réplicas que van de los 6 a 7 grados, que continúan azotando los barrios y casas donde habita la clase obrera y los explotados y que ya fueran impactados por el terremoto.
La catástrofe que golpeó terriblemente al Chile de los obreros y explotados se ha cobrado la vida de más de un millar de personas, al momento que se estima que son más de quinientos los desaparecidos y hay ciudades y pueblos sobre los que no se sabe cuál es su situación, como en Ñuble y Arauco. Más de 1 millón y medio de casas quedaron destruidas. En Concepción, en decenas de edificios, familias enteras quedaron atrapadas entre los escombros, cuando todavía no se logran rescatar cientos de cadáveres que yacen bajo las ruinas. Además decenas de ciudades y pueblos quedaron completamente aislados.
El cataclismo provocó el colapsó del sistema de alcantarillado, del servicio eléctrico y la telefonía. Así desde el momento mismo que se desató la catástrofe, la situación que soportan millones de explotados es de absoluta miseria. Recién a altas horas de la noche del domingo 28 de febrero, el gobierno llegó con agua a las ciudades más afectadas por el terremoto y en algunas regiones volvió la electricidad. Aún son millones de obreros los que duermen en las calles en carpas y sacos de dormir.
Debido a que varios sectores productivos fueron golpeados por el terremoto, como el forestal, vitivinícola, en parte el minero, y en los servicios los puertos y aeropuertos -que paralizarán considerablemente las exportaciones- la patronal ya anuncia el despido de miles de obreros.

En defensa de la propiedad y las instituciones de poder de la burguesía se impone un “Toque de Queda” bajo las bayonetas de las FF.AA. pinochetistas asesinas de las masas

Luego del terremoto la preocupación más inmediata del gobierno no fue la vida y la integridad de las masas, sino la defensa de la propiedad y el dominio del conjunto de la burguesía: ¡el martes 2 de marzo el número de las tropas militares desplegadas en las zonas afectadas para garantizar el toque de queda llegó a 20 mil! En las regiones VIII y VII nuevamente las masas explotadas están siendo aterrorizadas por las FF.AA. genocidas que son “amos y señores de las calles”. Con el “Toque de Queda” la burguesía ha impuesto un verdadero nuevo golpe bonapartista contra las masas, que hace recordar la masacre del chacal Pinochet en 1973.
Es que la terrible catástrofe que golpeó sobre las masas explotadas con penurias inauditas, más la reacción de la burguesía movilizando a las tropas para proteger sus intereses, desenmascaró al régimen cívico-militar porque puso de manifiesto que la transición pactada a la “democracia” y las reformas cosméticas a la Constitución del ’80, sostenidas por la Concertación, los “pacos de rojo” del PC y del resto de los partidos patronales, sólo eran una cortina de humo para encubrir y garantizar que el régimen pinochetista continúe intacto. El supuesto régimen “democrático parlamentario” basado en “elecciones democráticas”, con el cual se llena la boca la burguesía, se vino abajo, en cuanto quedó claro que únicamente hay democracia para la burguesía, y bonapartismo y padecimientos inauditos para la clase obrera y los explotados.
De esa forma la catástrofe rompió la estabilidad que había conquistado el régimen luego de desviar y contener el ascenso obrero y estudiantil desatado en 2006/07, gracias a la política de las direcciones reformistas del proletariado que los llevaron a los pies de las reformas cosméticas al régimen. Por eso la primera reacción del Bachelet-Piñera fue movilizar al ejército a las calles para enfrentar una posible irrupción del proletariado en respuesta a su situación de completa miseria, vale decir, una revuelta generalizada que ataque la propiedad de los capitalistas y sus instituciones de dominio.
Si en Haití luego del terremoto de enero pasado la ONU y su Minustah dispuso 14.500 soldados y el imperialismo yanqui otros 18.500 para ocupar y preservar la propiedad privada, en Chile al imperialismo le bastó con “sus” tropas que son el pinochetista ejército chileno, una verdadera tropa de ocupación consolidada luego del golpe de 1973, sostenidas, armadas hasta los dientes y formadas por el imperialismo anglo-yanqui y que también vemos actuar en Haití bajo el paraguas de las tropas de la ONU-Minustah. Los 20000 milicos que se han tomado las calles de Chile son los guardianes del TLC con EE.UU. que es la potencia imperialista que domina en el país. Es por ello que el imperialismo yanqui y las burguesías lacayas de la región no necesitaron invadir con sus tropas Chile como sí lo hicieran en Haití.
Como lo decía la burguesía en su prensa respecto al “Toque de Queda”: “La medida implica restricciones a libertades y derechos, y apuntó a evitar un estallido social” (El Mercurio 01-03-10). Efectivamente, al caerse la máscara del Chile “ciudadano” y de “bienestar social” de Bachelet, las masas no tardaron en empezar a intentar dar una salida a su angustiante situación. En las calles las familias obreras expresan su odio y su furia contra el gobierno por su total desprecio. Espontáneamente las masas salieron a las calles a intentar solucionar como podían la falta de agua y alimentos, a buscarlos en los supermercados, farmacias y grandes multitiendas, desafiando el Toque de Queda. Así decía un trabajador chofer del Transantiago cuando miles de explotados salían a la calle a tomar víveres: "Ahora le toca al pueblo, porque tiene necesidad. Queremos asegurarnos de obtener la comida suficiente para los próximos días". (El Mercurio 01-03-10).
Fue en Concepción donde comenzó la acción espontánea de las masas. En Lota y Coronel (VIII Región) hubo duros enfrentamientos en las calles con la policía. Enseguida lo mismo se vio en Tomé, Hualpen, San Pedro y otras comunas. En la Región Metropolitana se vivió el mismo panorama en Quilicura, Lampa, Conchalí, etc.
Ante la acción espontánea de las masas que en Hualpen, VIII Región, no sólo fueron a buscar el agua y la comida ahí donde estaba: en manos de los grandes acaparadores, sino que además se tomaron la municipalidad. Su alcalde salió por las cámaras de televisión a decir que "No queremos alimentos, ni luz, ni agua, queremos seguridad. Si hay que matar, que maten". De la misma forma actuó Bachelet con la excusa de enfrentar los “actos de delincuencia” ordenándoles a los milicos y a la policía “actuar con toda la severidad necesaria”, es decir, disparar a matar a todo aquel que ose desafiar el Toque de Queda. Los resultados de aquellos llamados ya se han hecho sentir, en Concepción ya hay un muerto, un joven que fue fusilado a quemarropa por los pacos asesinos, y la cifra de detenidos llega a 163, en tanto que en Santiago son cerca de 70 los detenidos.
Hasta el momento las clases dominantes han podido, en medio de la catástrofe y la hambruna de millones de explotados, impedir la irrupción del movimiento obrero, aún cuando se ha roto la estabilidad burguesa que había conquistado y ha tenido que apelar al ejército pinochetista, lo que le significa un gran peligro puesto que puede provocar que el proletariado responda con lucha política de masas.
Es por ello que el proletariado es quien tiene que romper el muro de las direcciones colaboracionistas para dar una respuesta de manera urgente, poniéndose de pie para impedir que sea la burguesía la que dé una salida con más penurias sobre las masas.

Las direcciones reformistas de las masas de Chile y del continente impiden que sea la clase obrera la que dé una salida a la catástrofe

Cuando se ha desenmascarado el régimen pinochetista chileno y se ha roto la estabilidad conquistada por la burguesía, si el proletariado no ha logrado irrumpir se debe a la política de las direcciones reformistas que lo someten a la burguesía, como la cúpula de la CUT que se limita a recolectar alimentos en sus sedes y para colmo se las entrega al gobierno, ese que ha puesto 20 mil milicos en la calle; o los sindicatos que se reivindican combativos como la CGT y SITECO de El Teniente, junto a las direcciones anarquistas, rodriguistas, etc., que en medio de la catástrofe lejos de organizar una salida obrera independiente, organizan campañas como la de “solo el pueblo ayuda al pueblo”, o bien proponen desarrollar acciones de presión impotentes, negándose a formar organismos de autodeterminación y democracia directa que centralicen y coordinen a nivel nacional la lucha por la comida, el agua, la vivienda y contra la represión.

Todas esas direcciones continúan desarrollando la misma política que sometió la sublevación generalizada de la clase obrera chilena iniciada en 2006/07, así como los intentos por retomar esa ofensiva desarrollados en 2008 y 2009, a las autorreformas cosméticas al régimen cívico-militar, ya sea de manera abierta como en el caso de la dirección conciliadora de la CUT dirigida por el PS y el PC, o a través de la impotente “protesta popular” para “democratizar el sistema político y económico” en el caso de las direcciones anarquistas y rodriguistas. Lamentablemente de esa manera impidieron que esas fuerzas se centralizaran y coordinaran en un Congreso nacional obrero que organizara una ofensiva capaz de derrotar al régimen cívico-militar.

Y si hasta la fecha el proletariado del continente no ha irrumpido de manera independiente para acudir en ayuda de sus hermanos de clase de Chile, es porque las mismas direcciones reformistas, las burocracias sindicales, el stalinismo-castrismo junto a los renegados del trotskismo que desde el ELAC dirigen al ala izquierda del movimiento obrero, subordinando a la clase obrera a Obama en EE.UU. y a los “bolivarianos” en Latinoamérica, dejando, en el caso del ELAC, a Batay Ouvriere de Haití a los pies de la cínica política de “ayuda humanitaria”, continúan sosteniendo los pactos contrarrevolucionarios del imperialismo y las “burguesías bolivarianas” y la burocracia castrista restauracionista. Esos pactos contrarrevolucionarios como en Colombia, Bolivia y Honduras -establecidos sobre la base de la entrega de la lucha revolucionaria y antiimperialista de las masas en América- allanaron el camino a los primeros triunfos del imperialismo yanqui, que en medio de la crisis económica mundial viene de lanzar un brutal ataque sobre la clase obrera en EE.UU, y avanza en su ofensiva por recuperar a Latinoamérica como su patio trasero, instalando 7 nuevas bases militares en Colombia, con el asentamiento de la dictadura militar en Honduras y manteniendo la ocupación de Haití luego del terremoto.
¡Basta de someter al proletariado a la burguesía! ¡Basta de subordinar a la clase obrera de EE.UU. a Obama! ¡Abajo la “revolución bolivariana” expropiadora de la lucha antiimperialista del proletariado latinoamericano! ¡La mejor ayuda para los explotados de Chile es la sublevación del proletariado desde Alaska hasta Tierra del Fuego!

Para imponer un plan obrero de emergencia ante la catástrofe : ¡Hay que romper con la burguesía!¡Que la CUT llame ya a un Congreso Nacional de delegados obreros, campesinos y estudiantes combativos, para votar un Plan de lucha Nacional YA!

Para conseguir la comida, agua, medicamentos, la atención médica y reconstruir Chile, las viviendas destruidas, los hospitales, escuelas y asegurar el trabajo para los obreros, el proletariado tiene que ponerse de pie, tiene que dar él su salida en contra de la que quiere imponer el imperialismo y sus lacayos de la burguesía chilena y latinoamericana.

Por eso la dirección de la CUT que ha salido a encabezar acciones de “ayuda humanitaria” a través de los “organismos institucionales”, a su vez que critica al gobierno por la dura represión, debe romper con la burguesía, debe romper su subordinación al régimen y al gobierno represor y asesino de la clase obrera y el pueblo, y llamar ya a un Congreso Nacional de delegados con mandato de base de todos los sindicatos, organizaciones obreras y de todo el movimiento obrero, de las organizaciones campesinas, y las federaciones y centros de estudiantes universitarios y secundarios. La CUT con sus sedes a lo largo de todo Chile, tiene la fuerza para llamar coordinar y centralizar a nivel nacional en aquel Congreso a todas las organizaciones que hablan en nombre de la clase obrera y los explotados, a los Comités que han surgido espontáneamente de abastecimiento y expropiación de alimentos, de vivienda y los que vigilan las poblaciones obreras.
La CUT tiene que romper con la burguesía y desde dicho Congreso llamar a formar Comités de fábrica a nivel nacional para organizar al movimiento obrero de abajo hacia arriba en aras de resolver el problema de la comida, el agua y la vivienda expropiando a los expropiadores de la clase obrera y el pueblo, poniendo bajo control obrero a la industria agroexportadora y ganadera, a la construcción y en especial a los sectores de la industria que dan más ganancia como la minería.
Las direcciones de las organizaciones sindicales como la CGT, SITECO, la Confederación Bancaria, la CERPCH, Andha Chile a Luchar, que se declaran opositoras a la dirección de la CUT, deben romper con su política de presión sobre el gobierno y el régimen, y poner el peso de esas organizaciones a disposición de recuperar a la CUT dejándola en manos de los trabajadores con un Congreso de los obreros y explotados del país, para que encabece la lucha por un Chile obrero y socialista, que es la única salida a la catástrofe. Lo mismo las direcciones como el MPT, anarquistas y rodriguistas, si realmente quieren enfrentar a las direcciones colaboracionistas y que las masas efectivamente terminen con sus padecimientos, desde las organizaciones de clase que dirigen tienen que ponerse a la cabeza de esta política. Es su deber ayudar a que la clase obrera en los momentos que más necesita su organización histórica, la CUT, pueda utilizarla para unir sus filas y defenderse del ataque golpeando como un solo puño contra el gobierno de “Bushelet”-Piñera y el régimen pinochetista.
Ese Congreso obrero podrá organizar un Plan obrero de emergencia nacional que dé una salida obrera a la catástrofe, resolviendo el problema del hambre, el agua, la asistencia médica, la vivienda, el trabajo, etc.
¡Basta de hambre, Chile es el primer agroexportador de Latinoamérica! ¡expropiación de las cadenas de supermercados, de los grandes acaparadores, formando comités de abastecimiento a nivel nacional para llevar el agua y la comida a quienes no lo tienen! ¡expropiación bajo control obrero y sin indemnización de las transnacionales agroindustriales y ganaderas para que haya alimentos, carne, leche, verduras, frutas para las familias que lo han perdido todo! ¡que el Estado y la patronal garanticen el salario de los obreros que han perdido su trabajo! ¡Por una reforma agraria para entregarle tierra a los campesinos pobres! ¡Por granjas colectivas con fuerte inversión del Estado!
Para asegurar atención médica de calidad para las familias obreras afectadas por el terremoto: ¡expropiación sin pago y bajo control de los trabajadores de las clínicas y los grandes laboratorios!
Las demandas de los millones de obreros y explotados que perdieron sus casas tienen una solución inmediata: ¡expropiación de la propiedad de las transnacionales hoteleras, del Hyatt, del Sheraton, del Marriott, de la burguesía urbana, que no sufrieron ni un rasguño, a diferencia de los hogares de la clase obrera y los explotados, y de los hospitales y colegios donde asisten sus familias! ¡expropiación de la propiedad de todo aquel que posea más de dos inmuebles para hacer negocios! Aquel es el camino para impedir que las clases medias arruinadas que fueron conmovidas por el terremoto no sean captadas como base social del pinochetismo.
¡Por un plan de obras públicas bajo control de las organizaciones obreras para reconstruir Chile con la más alta tecnología antisismica y darle trabajo a los millones de cesantes! ¡Reapertura de las fábricas cerradas por el terremoto y de las que han quebrado mediante la estatización bajo control obrero!
Para concretar esas tareas es necesario votar un Plan de lucha Nacional que con piquetes, barricadas, huelgas con ocupación de fábricas, paros en la minería, las industrias, la administración pública, etc., ponga de pie al Chile obrero y campesino.

Para asegurar el financiamiento de ese Plan dinero hay. Lo tienen los bancos y transnacionales imperialistas saqueadoras de la nación como la BHP Billiton, las burguesías nacionales que son sus socios menores como Angellini, Luksic, Matte, Larraín, etc., se lo lleva la oficialidad pinochetista del ejército con la Ley Reservada del Cobre. Por esa razón son ellos o nosotros, o la burguesía imperialista y sus socios junto a los milicos genocidas, o la clase obrera y los explotados de la nación. Por ello o se reconstruye un Chile burgués atado por triples cadenas al imperialismo y sobre la base de la catástrofe, la represión y superexplotación de la clase obrera, o se construye un Chile obrero y campesino donde se terminarán todas las penurias de las masas.
Llevemos adelante un plan obrero sostenido en desmedro de los explotadores: ¡Impuesto progresivo a las grandes fortunas! ¡Basta de subsidos del estado a la iglesia, la educación privada y los parásitos de la oficialidad del ejército que se apropian del 10% de las ganancias del cobre! ¡Ni un peso más a las FF.AA. genocidas: abajo la Ley reservada del cobre! ¡Expropiación sin pago de los bancos bajo control de los empleados bancarios para extender créditos baratos para reconstruir las viviendas arruinadas! ¡Por una Banca Estatal única! ¡Renacionalización del cobre sin indemnización y bajo control obrero! ¡Expropiación bajo control obrero y sin indemnización de los sectores más importantes de la economía chilena! ¡Nacionalización del comercio exterior! ¡Abajo el TLC! ¡Ruptura con el imperialismo! ¡No al pago de la deuda externa!
La clase obrera tiene el legítimo derecho a defenderse del Toque de Queda impuesto con 20 mil milicos en las calles y de las clases medias ricas que se han armado y que la atacan cuando tiene que ir a buscar la comida y el agua a los supermercados y multitiendas: ¡la CUT tiene que llamar a poner en pie Comités de autodefensa! ¡Libertad inmediata e incondicional de todos los detenidos! ¡Libertad a todos los presos políticos!
Desde un Congreso nacional obrero, con el proletariado mostrando que está dispuesto a luchar hasta el final por romper las cadenas de explotación y opresión, se puede llamar a los soldados rasos, obreros y campesinos bajo armas, a que no repriman a sus hermanos de clase, a sus propias familias que han sido azotadas por el terremoto y que hoy no cuentan ni con las necesidades mínimas de subsistencia; a que se pongan del lado del proletariado y se organicen en Comités de soldados para quebrarle el espinazo a la oficialidad del ejército y así derrotar el Toque de Queda y disolver ese ejército asesino de las masas.
Todo ello podrá concretarse únicamente si se impone la demanda que concentra la lucha de toda la clase obrera: ¡Abajo el régimen cívico-militar comandado por “Bushelet”-Piñera que lejos de socorrer a los damnificados, corre a blindar con 20.000 soldados la gran propiedad de los explotadores! ¡Por un gobierno obrero y campesino basado en los  organismos de poder de los explotados!

¡Que las direcciones de las organizaciones obreras del continente rompan con la burguesía para acudir en ayuda de la clase obrera chilena golpeada por la catástrofe!

La mejor ayuda que las organizaciones obreras del continente pueden darle a las martizadas masas haitianas y chilenas, es romper con la burguesía, con Obama en EE.UU. y las burguesías “bolivarianas” en Latinoamérica, esos que bajo el manto de la “ayuda humanitaria” han corrido a sostener al gobierno represor y asesino de Bachelet-Piñera ante el justo odio de las masas.
De esta manera si la clase obrera chilena se pone de pie será quien encabezará el combate revolucionario y antiimperialista de las masas del continente y se podrá desencadenar un solo combate por expropiar a las transnacionales que saquean los minerales de Chile y de Perú, por echar a los ingleses de Malvinas y recuperarlas para Argentina, por arrebatar de las manos de las petroleras imperialistas los hidrocarburos de Bolivia, etc. ¡Chile debe ser el punto de partida de la revolución en Sud, Centro y Norteamérica!
Si el proletariado del continente rompe el sometimiento que le han impuesto sus direcciones del FSM y la V internacional a la burguesía; el sometimiento a los pactos contrarrevolucionarios como en Colombia, Bolivia y Honduras, que le impuso la dirección del ELAC al ala izquierda del movimiento obrero, podrá ponerse en pie un Congreso continental de emergencia para lanzar una moción urgente: ¡Hay que poner de pie a la clase obrera de EE.UU., con su vanguardia los inmigrantes y los portuarios del Local 10 del ILWU de Oakland! ¡Que vuelvan a sublevarse los explotados de México, de Guadalupe y Martinica, junto a la clase obrera peruana contra el gobierno represor y asesino de Alan García y el régimen fujimorista! ¡Que las masas en Honduras se subleven para derrotar a la dictadura militar! ¡Que Batay Ouvriye rompa con la dirección del ELAC y su política de “ayuda humanitaria” a través de las tropas de la ONU-Minustah, para rebelarse y dar una salida obrera a la catástrofe! 
Por aquel camino podrá rebelarse el proletariado del continente para desarrollar un Plan de lucha y conquistar la huelga general continental. En manos del proletariado del continente está la llave del triunfo de los explotados chilenos y haitianos, para derrotar al ejército pinochetista y su “Toque de Queda” en Chile y la ocupación militar de la ONU y el imperialismo yanqui en Haití.

Es que sólo la clase obrera del continente, sublevándose de manera independiente contra los regímenes y gobiernos, atacando las ganancias de las transnacionales y la banca imperialista, podrá crear desde sus organizaciones de lucha brigadas que hagan efectivo el envío de medicamentos, ropa, alimentos, para que sean distribuidos por las organizaciones de combate del proletariado chileno.

Ello llevará a que el proletariado chileno y de todo el continente recorra el camino trazado por los obreros inmigrantes en Italia y la clase obrera de Grecia, que ante la catástrofe que arroja la burguesía sobre sus espaldas, están respondiendo con un gran combate: irrumpiendo con la huelga general, con piquetes y barricadas, a pesar y en contra de las direcciones colaboracionistas, de la aristocracia-burocracia obrera europea. ¡Por el camino de los inmigrantes en Italia y de la clase obrera de Grecia: SÍ!

Los trotskistas del POI-CI que peleamos por esta alternativa, batallamos a su vez por poner en pie una dirección revolucionaria e internacionalista de la clase obrera chilena, por un partido revolucionario bajo las banderas del legado y el programa de la IV de León Trotsky.


La catástrofe de las masas y cómo combatirla
¡PLAN OBRERO DE EMERGENCIA DE SALIDA A LA CATÁSTROFE!

Para poder comer, reconstruir las viviendas, conseguir atención médica y garantizar el trabajo de las masas hay solución:

¡Hay que expropiar a los expropiadores de la clase obrera y los explotados!
Chile es el primer agroexportador de Latinoamérica, el problema del hambre tiene solución: ¡Expropiación bajo control obrero y sin indemnización de las transnacionales agroindustriales y ganaderas, de las cadenas de supermercados y los grandes acaparadores!
¡Que el Estado y la patronal garanticen el salario de los obreros que han perdido su trabajo!
¡Expropiación sin pago y bajo control obrero de las clinicas y los grandes laboratorios!
¡Por Comités de abastecimiento obreros y campesinos para llevar agua, comida y medicamentos a las víctimas del terremoto!
¡Ni un día más las familias obreras durmiendo en la calle: expropiación de las cadenas hoteleras y de todo aquel que posea más de dos inmuebles dedicados al lucro!
¡Por un plan de obras públicas bajo control de las organizaciones obreras para reconstruir Chile con la más alta tecnología antisísmica y darle trabajo a los millones de cesantes!
¡Renacionalización del cobre sin indemnización y bajo control obrero, ni un peso más para las transnacionales imperialistas mineras y las FF.AA. genocidas!